domingo, abril 26

Ensalada del César


Ingredientes:

- Defensores: cuatro. Preferentemente centrales, duros de abajo y sólidos de arriba. Sin demasiada proyección.
- Mediocampistas: también cuatro, pero bien dinámicos. Dos por las bandas, a puro ida y vuelta (como lo hacía Adrián González o Bilos o Raponi o el mismo Andrizzi). Y dos en el centro (uno bien de marca –Moncho Fernández en su momento, Bustos hoy- y el otro con más salida –Buján antes Erviti ahora-)
- Delanteros: dos. Uno rapidito y otro con olfato de goleador. Así como habían sido Cervera y Bustos Montoya o Palacio y Amato.
- Responsabilidad. Se puso primero en la fila. Arrancó la semana concentrando inmediatamente al equipo luego de la derrota ante Racing.
- Personalidad. Dio la cara ante los barras, demostrando apoyo a los jugadores y, a la vez, pasándoles la posta para que ellos lo hicieran dentro de la cancha.
- Oportunismo. Saber capitalizar los momentos de debilidad del rival: después de la lesión de Villar en el PT o luego de la expulsión en el complemento.
- Una pizca de suerte. Pelotas paradas a gusto.

Por primera vez el equipo pudo mostrar condimentos de Falcioni. Así salió bien parado de una situación delicadísima. Sin brillar, con horrores defensivos en el primer tiempo, pero con una actitud diferente. Esta vez se supo a qué jugaba el equipo. Puede gustar poco o mucho. Pero éste es el primer paso. Y el asunto excede a un resultado aislado...

Decían que Falcioni estaba cambiado. Por suerte se equivocaron.

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