El ex técnico de Banfield Carlos Leeb eligió a galloyarenales para romper el silencio. En una nota exclusiva, El Gato habló de su traumática salida del club, les apuntó a los dirigentes y al manejo de la actual comisión directiva.
“Portell me dijo así, textual: `Mientras yo esté en la AFA vos no dirigís más´ y por ahora se está cumpliendo. Carlos no es el mismo que llegó a Banfield. Cuando tomó vuelo propio o cierto poder le erró como persona”, dijo el ex delantero sobre el presidente de la institución. “Me echó por la plata. Nos sentamos a negociar, pero me querían conformar con el pancho y con la coca. Con una miseria, que era una falta de respeto para mí y para mi familia”, precisó.
Además, afirmó “hoy me siento afuera del ambiente, estoy pagando el precio de no haber transado” y opinó sobre el futuro del club: “Para mi Banfield va camino a empeñarse”.
“Portell me dijo así, textual: `Mientras yo esté en la AFA vos no dirigís más´ y por ahora se está cumpliendo. Carlos no es el mismo que llegó a Banfield. Cuando tomó vuelo propio o cierto poder le erró como persona”, dijo el ex delantero sobre el presidente de la institución. “Me echó por la plata. Nos sentamos a negociar, pero me querían conformar con el pancho y con la coca. Con una miseria, que era una falta de respeto para mí y para mi familia”, precisó.
Además, afirmó “hoy me siento afuera del ambiente, estoy pagando el precio de no haber transado” y opinó sobre el futuro del club: “Para mi Banfield va camino a empeñarse”.
Esta es sólo la primera parte de una nota exclusiva.
En los próximos días llegará la segunda en la que Leeb se refiere a cómo Eduardo Duhalde salvó al club del infierno, la relación entre Banfield y Boca y su opinión sobre varios hombres que son o fueron parte de la institución: Héctor Clide Díaz; Javier Sanguinetti; Silvio Marzolini y Julio Falcioni.
Sabés que... de título ponele: “El Gato vive”, sugiere el entrenador después de casi dos horas de una jugosa entrevista.
Carlos Fabián Leeb abrió las puertas de su casa y atendió a galloyarenales.
El ex técnico del Taladro perdió difusión en los medios y parecía interesante conocer sus versiones.
Con el pantalón de Banfield puesto, con el mate preparado y con las cortinas verdes y blancas haciendo juego con el arbolito de Navidad, El Gato se soltó y habló de todo y de todos. Aquí la primera parte de una nota que a los hinchas de Banfield seguramente apasionará.
En los próximos días llegará la segunda en la que Leeb se refiere a cómo Eduardo Duhalde salvó al club del infierno, la relación entre Banfield y Boca y su opinión sobre varios hombres que son o fueron parte de la institución: Héctor Clide Díaz; Javier Sanguinetti; Silvio Marzolini y Julio Falcioni.
Sabés que... de título ponele: “El Gato vive”, sugiere el entrenador después de casi dos horas de una jugosa entrevista.
Carlos Fabián Leeb abrió las puertas de su casa y atendió a galloyarenales.
El ex técnico del Taladro perdió difusión en los medios y parecía interesante conocer sus versiones.
Con el pantalón de Banfield puesto, con el mate preparado y con las cortinas verdes y blancas haciendo juego con el arbolito de Navidad, El Gato se soltó y habló de todo y de todos. Aquí la primera parte de una nota que a los hinchas de Banfield seguramente apasionará.
- ¿Cómo es tu vida ahora?
- Estoy disfrutando mucho de los chicos, que es algo que me debía. Yo digo que a veces estas cosas pasan por algo. Evidentemente uno quiere trabajar y creo que he demostrado capacidad. Desde que empecé con Garisto, la etapa con Falcioni, dos años espectaculares. Y después cuando me tocó agarrar la Primera. Hoy sumo y hay dos Copas Libertadores, tres Sudamericanas, fuimos el único equipo de Banfield que pasó la primera fase de la Sudamericana. Además, se dio la histórica venta masiva de muchos jugadores de la cantera.
Siempre aposté a los jóvenes, pero bueno después terminó todo como terminó.
Hoy pienso: ´Si hubiese renunciado, hoy estaría trabajando´. Pero me la jugué por el proyecto, creí poder encaminarlo, creía convencer a los dirigentes, pero no se dio.
- ¿Cómo lo ves a Banfield de cara al futuro?
- Banfield va a terminar jugando con casi todo el equipo con jugadores a préstamo. Ojalá pueda salir campeón, que es lo que quiere la gente. Ahora lo que importa es eso, no importa cómo, no importa si el club se empeña. Para mi Banfield va camino a empeñarse. Hay muchos jugadores a préstamo que cobran sueldos de primer nivel pero muy poco capital propio a futuro: Maidana ya está vendido, Cvitanich estará seis meses más y lo venderán. No hay más.
Banfield retrocedió cinco años por no tener convicción.
- Con Portell se llevaban bárbaro y después terminó todo en un escándalo mediático. ¿Quién cambió, él o vos?
- Yo siempre tuve la misma convicción. Acepté y confié en Carlos, en apostar a un proyecto. Sé que ya no es el mismo. ¿Si me defraudó? No sé, porque yo no vivo de Portell, pero no es el mismo que vino a Banfield.
Cuando llegó él era nuevo en el fútbol y necesitó ayuda de los jugadores, de los referentes. Después, cuando tuvo vuelo propio o cierto poder, le erró como persona. Si tenés poder, lo tenés que utilizar bien y a él lo cambió mucho como persona. Fijate que se han alejado muchas que lo conocía de años.
Como persona no podés cambiar nunca, por más que estés al lado de Grondona o de Kirchner, tenés que tener principios.
- En lo deportivo tu ciclo fue exitoso
- Sí, pero a mí me pone la gente. Nadie quería venir a Banfield. Sólo Gregorio Pérez, los demás se habían borrado porque sabían que como mínimo debían igualar la campaña de Falcioni. Por eso me ofrecen dirigir la Primera y yo acepto con la condición de que si me iba mal dejaba el club, no volvía a la Reserva.
El primer año fue extraordinario, entramos a las Copas, pero siempre tenía presente que se decidieron por mí, por el pedido de la gente, no le importaba si después me perdían.
Además, fui el técnico más barato del fútbol argentino. El primer año ganaba menos de la mitad de lo que ganaba Falcioni.
- ¿Pensás que algunos dirigentes te subestimaron o que pensaron que no te iba a ir bien?
-Siempre hay envidia. Había gente del club que no quería que vaya bien. Mori, por ejemplo, nunca me quiso. El segundo año peor. Es una persona muy cercana a Carlos y nunca me quiso. A él lo que le molestaba era que no me podía dominar, a mí no me manejaba nadie.
-¿Por qué te echan?
- El problema fue económico. Ellos me querían hacer renunciar para no pagarme la prima que habíamos acordado. Ya pasaron 16 meses y no vi un peso. Por eso hay una demanda contra el club, contra el presidente, contra Marcelo Martínez y contra el tesorero.
Seis veces me ofrecieron renunciar pero no me pagaban lo que me habían prometido. Yo tengo cinco pibes y primero está mi familia. Intentamos negociar pero me querían dar el pancho y la coca. Ahí es donde veo la demostración de poder.
Carlos me dijo así textual: `Mientras yo esté en la AFA vos no dirigís más´, que la AFA es una corporación, en la que se conocen todos, se recomiendan entre dirigentes y que no iba a dirigir más. Fijate que cosa fea. Cada cuatro palabras me nombraba en seis a Grondona. Ahí es que digo cómo no me di cuenta antes, estoy hablando con otra persona.
Nunca transé. No acepté el acuerdo que me daban, eran miserias, era una falta de respeto hacia mí, hacia mis hijos, hacia mi honradez
- ¿En este tiempo tuviste ofertas para dirigir en Argentina?
- Sí, varias, de Primera y de la B Nacional. No quiero dar los nombres pero hasta he viajado, me he reunido con los presidentes, hasta habíamos hablado de jugadores, de refuerzos. Y de un día para el otro no me llamaban más, quedaba en la nada.
No sé qué pensar. Él me dijo una cosa y hasta ahora se está cumpliendo. Es difícil de digerirlo, es muy bravo.
Acá pareciera que el que reclama por lo suyo, el que quiere hacer las cosas bien, esta mal visto. Parece que tendría que entrar al circo, disfrazarme de payaso. Pero yo no cambié, tengo principios.
-¿Cuándo fue la última vez que hablaste con Portell?
-Lo llamé hace poco para felicitarlo por la última campaña, después de ganarle a River.
- ¿Cómo fue esa charla?
-¿Cómo fue? Me dijo mañana te llamo para hablar del tema del juicio. Pero bueno, debe estar ocupado por el tema de los refuerzos.
-¿Sentís que te sacaron del ambiente del fútbol?
- Es muy factible. Hace poco salí en Olé hablando de la buena campaña de Llop y diciendo que Banfield podía salir campeón, pero justo fue el día del canillita. Ja, ja, se leyó muy poco.
Hoy sí me siento un poco afuera. Siento que estoy pagando el precio de no haber transado.
- Estoy disfrutando mucho de los chicos, que es algo que me debía. Yo digo que a veces estas cosas pasan por algo. Evidentemente uno quiere trabajar y creo que he demostrado capacidad. Desde que empecé con Garisto, la etapa con Falcioni, dos años espectaculares. Y después cuando me tocó agarrar la Primera. Hoy sumo y hay dos Copas Libertadores, tres Sudamericanas, fuimos el único equipo de Banfield que pasó la primera fase de la Sudamericana. Además, se dio la histórica venta masiva de muchos jugadores de la cantera.
Siempre aposté a los jóvenes, pero bueno después terminó todo como terminó.
Hoy pienso: ´Si hubiese renunciado, hoy estaría trabajando´. Pero me la jugué por el proyecto, creí poder encaminarlo, creía convencer a los dirigentes, pero no se dio.
- ¿Cómo lo ves a Banfield de cara al futuro?
- Banfield va a terminar jugando con casi todo el equipo con jugadores a préstamo. Ojalá pueda salir campeón, que es lo que quiere la gente. Ahora lo que importa es eso, no importa cómo, no importa si el club se empeña. Para mi Banfield va camino a empeñarse. Hay muchos jugadores a préstamo que cobran sueldos de primer nivel pero muy poco capital propio a futuro: Maidana ya está vendido, Cvitanich estará seis meses más y lo venderán. No hay más.
Banfield retrocedió cinco años por no tener convicción.
- Con Portell se llevaban bárbaro y después terminó todo en un escándalo mediático. ¿Quién cambió, él o vos?
- Yo siempre tuve la misma convicción. Acepté y confié en Carlos, en apostar a un proyecto. Sé que ya no es el mismo. ¿Si me defraudó? No sé, porque yo no vivo de Portell, pero no es el mismo que vino a Banfield.
Cuando llegó él era nuevo en el fútbol y necesitó ayuda de los jugadores, de los referentes. Después, cuando tuvo vuelo propio o cierto poder, le erró como persona. Si tenés poder, lo tenés que utilizar bien y a él lo cambió mucho como persona. Fijate que se han alejado muchas que lo conocía de años.
Como persona no podés cambiar nunca, por más que estés al lado de Grondona o de Kirchner, tenés que tener principios.
- En lo deportivo tu ciclo fue exitoso
- Sí, pero a mí me pone la gente. Nadie quería venir a Banfield. Sólo Gregorio Pérez, los demás se habían borrado porque sabían que como mínimo debían igualar la campaña de Falcioni. Por eso me ofrecen dirigir la Primera y yo acepto con la condición de que si me iba mal dejaba el club, no volvía a la Reserva.
El primer año fue extraordinario, entramos a las Copas, pero siempre tenía presente que se decidieron por mí, por el pedido de la gente, no le importaba si después me perdían.
Además, fui el técnico más barato del fútbol argentino. El primer año ganaba menos de la mitad de lo que ganaba Falcioni.
- ¿Pensás que algunos dirigentes te subestimaron o que pensaron que no te iba a ir bien?
-Siempre hay envidia. Había gente del club que no quería que vaya bien. Mori, por ejemplo, nunca me quiso. El segundo año peor. Es una persona muy cercana a Carlos y nunca me quiso. A él lo que le molestaba era que no me podía dominar, a mí no me manejaba nadie.
-¿Por qué te echan?
- El problema fue económico. Ellos me querían hacer renunciar para no pagarme la prima que habíamos acordado. Ya pasaron 16 meses y no vi un peso. Por eso hay una demanda contra el club, contra el presidente, contra Marcelo Martínez y contra el tesorero.
Seis veces me ofrecieron renunciar pero no me pagaban lo que me habían prometido. Yo tengo cinco pibes y primero está mi familia. Intentamos negociar pero me querían dar el pancho y la coca. Ahí es donde veo la demostración de poder.
Carlos me dijo así textual: `Mientras yo esté en la AFA vos no dirigís más´, que la AFA es una corporación, en la que se conocen todos, se recomiendan entre dirigentes y que no iba a dirigir más. Fijate que cosa fea. Cada cuatro palabras me nombraba en seis a Grondona. Ahí es que digo cómo no me di cuenta antes, estoy hablando con otra persona.
Nunca transé. No acepté el acuerdo que me daban, eran miserias, era una falta de respeto hacia mí, hacia mis hijos, hacia mi honradez
- ¿En este tiempo tuviste ofertas para dirigir en Argentina?
- Sí, varias, de Primera y de la B Nacional. No quiero dar los nombres pero hasta he viajado, me he reunido con los presidentes, hasta habíamos hablado de jugadores, de refuerzos. Y de un día para el otro no me llamaban más, quedaba en la nada.
No sé qué pensar. Él me dijo una cosa y hasta ahora se está cumpliendo. Es difícil de digerirlo, es muy bravo.
Acá pareciera que el que reclama por lo suyo, el que quiere hacer las cosas bien, esta mal visto. Parece que tendría que entrar al circo, disfrazarme de payaso. Pero yo no cambié, tengo principios.
-¿Cuándo fue la última vez que hablaste con Portell?
-Lo llamé hace poco para felicitarlo por la última campaña, después de ganarle a River.
- ¿Cómo fue esa charla?
-¿Cómo fue? Me dijo mañana te llamo para hablar del tema del juicio. Pero bueno, debe estar ocupado por el tema de los refuerzos.
-¿Sentís que te sacaron del ambiente del fútbol?
- Es muy factible. Hace poco salí en Olé hablando de la buena campaña de Llop y diciendo que Banfield podía salir campeón, pero justo fue el día del canillita. Ja, ja, se leyó muy poco.
Hoy sí me siento un poco afuera. Siento que estoy pagando el precio de no haber transado.
En pocos días la segunda parte...
