domingo, diciembre 28

... y próspero año nuevo

Se va 2008 y deja muy poco. El año de:

Llop / elecciones / Cvitanich / Jerez / Nanque / pasacalles / Nieto / el 70% del sur / Spinosa / Jairo Patiño / Portell / 24 votos / Burruchaga / Pavlovich / Mitre / Boca / contratos / experiencia y juventud / Sanguinetti /Arbitros / fallas en la comunicación / 5-0 a Lanús / balances / folletos / Barrales / asambleas / villa niza / Bertolo / jefes de prensa / palcos / Andrés Díaz / efectividad / blogs / campaña sucia / Broggi / Clide Díaz / Unión Banfileña / Ortiz y Paravano / promedios...

Salúd ! Por un 2009 en el que lo más importante sea el fútbol

lunes, diciembre 15

Hay cosas que el dinero no puede comprar

Si Paparatto, que viene de jugar en Tiro Federal y pelea el puesto con Fontanello, ex defensor de Deportivo Español, juegan con dientes apretados, concentrados, y sienten la motivación necesaria para soñar con un campeonato. Y, del otro lado, Nasuti, campeón con River, que ha jugado instancias finales en Copa Libertadores y partidos decisivos en Argentina, llega siempre a destiempo, falla cabezazos simples y comete infracciones torpes...

Si Rusculleda y Bertolo salieron de la misma cuna, juegan en el mismo puesto, pero el de Tigre colabora en defensa, triangula en ataque y mete diagonales para ser opción de sus compañeros mientras que el de Banfield agacha la cabeza, tira la pelota hacia adelante e intenta su jugada heroica...

Si Morel, que en 2006 jugaba en Sportivo Las Parejas y hoy es el mediocampista con más goles en el torneo, se bancó ser suplente y hasta ser reemplazado en Rosario contra Central mientras que Erviti, de cero tantos en Banfield, se molesta por ser cambiado en un entretiempo y prefiere tomarse vacaciones antes de los previsto...

Si Castaño, que ya subió dos categorías en Tigre quita, distribuye y se hace patrón del medio mientras que en Banfield van pasando Pío, Santana, Bustos, y ninguno se consolida demasiado. Si Matías Giménez, otro campeón de la B Metropolitana y B Nacional con el Matador, lastima haciendo el ida y vuelta por izquierda, mientras que Civelli, por el mimso sector, redunda en avances intrascendentes que nunca terminan en ataques...

Si de un lado llega Lázzaro para aparecer en momentos clave, y del otro llega Nieto para desaparecer de un día para el otro...

No hay caso. Hay cosas que el dinero no puede comprar. Para todo lo demás está Boca y su esfuerzo cristalizado en billetes. Está San Lorenzo queriendo dar otro empujón motivacional. Pero el problema es de Banfield. Un equipo que yendo para adelante -y hasta incentivado- parece estar yendo para atrás...

Chau 2008. El balance (en todo sentido) es desalentador.

domingo, diciembre 7

Todo es tan confuso

Todo es tan confuso en Banfield que en cinco minutos se puede pasar de la desazón total al deshago. Del insulto al aplauso.

Todo es tan confuso en Banfield, tan extraño, tan tirado de los pelos, que nadie se hace cargo realmente de este campeonato decepcionante. No hay autocrítica, sólo acusaciones, rencores, luchas de poder...

Todo está tan raro en Banfield que los jugadores y el técnico prefieren jugar de visitante así no sienten “la presión de la gente”.

Es tan confuso todo que el presidente arma las valijas en el peor momento (cualquier similitud con Grondona en cada hecho de violencia del fútbol argentino es pura coincidencia).

Está todo tan mal parido, mal generado desde el arranque, desde arriba, que se termina reflejando abajo, adentro de la cancha, en un grupo de jugadores que no son tan malos como nos están haciendo querer creer.

En esta confusión generalizada, Bertolo es el mejor símbolo. Entre enredos, piernas, fricciones cada tanto mete una jugada lúcida y casi siempre lucida. Como Banfield. Entre tanto desorden de vez en cuando aparece algo positivo.

Todo es tan confuso en Banfield que en la última fecha quizá se festeje más una derrota que una victoria.

Se va un 2008 horrible. El balance –el que se puede ver- no da, no cierra por ningún lado. Mientras tanto, cada vez son más los que tienen algo para celebrar en fin de año. De este lado, ya se está haciendo cotidiano, que haya muchos más pedidos, deseos, augurios, que festejos o agradecimientos.