lunes, octubre 27

Se cruzó un Gato negro


Esta vez la muy buena actuación de Gastón Sessa pasó a primer plano. Pero ahí nomás, apenitas detrás, sigue latente la escasa capacidad de definición que tienen los propios jugadores de Banfield. Esa debe ser la cuestión en la que hay que focalizar.

- Ya no sólo se le puede echar la culpa a Barrales, que con este nuevo sistema (moderno, flexible y extraño en proporciones similares) queda a un campo de sus compañeros y seguramente será el que menos situaciones de gol tenga.
Esta idea de Burru, llevaba a cabo por mayoría de jugadores que gustan más del juego corto y por el medio que de pases largos y por las bandas, le da mejores chances a los mediocampistas que llegan mirando la jugada, de frente al arco rival. En ese contexto, Barrales deberá tener más paciencia que antes, esperar su chance en las pelotas paradas (como en el gol ante Racing) o aprovechar (cosa que no hace) las pocas ocasiones que se le dan producto del juego.

Pero los demás tampoco tienen la mira tan calibrada.
Bertolo no tiene termino medio. O se embarulla y se enreda de manera increíble o muestra rasgos de serenidad y lucidez en la definición. Erviti no siente el gol. Prefiere hacer una buena gambeta, un pase entrelíneas que patear al arco. Lo demuestran un par de tiros libres que tuvo en el borde del área de Gimnasia y mandó el centro para los grandotes. Pio juega muy atrás. Su trabajo de llenar huecos y hacer relevos lo alejan del ruido. Civelli perdió sorpresa. Y puntería. Antes, Luciano era el mediocampista que llegaba un par de veces, al vacío, y lastimaba. Ahora va siempre y su protagonismo se diluye.

Pasan las fechas y el mensaje del entrenador y de los jugadores es el mismo: "Nos falta definir" / "Tuvimos muchas más chances que el rival" / "Deberíamos tener más puntos en la tabla que los que tenemos".

Es cierto. Tan cierto como que este equipo, con poquito, sólo con un poquito más, podría estar peleando el campeonato.

No hay comentarios: