domingo, febrero 8

Pena máxima


Era el momento para sacarse toda esa mufa acumulada. De estrellar contra la red ese discurso tan real como insoportable que ya acarrea seis meses y habla de un desequilibrio enorme entre rendimiento y resultado...

Era el instante ideal para llenar de bronca el derechazo y emprender el grito de desahogo. Pero no. El tirito de Lucchetti se quedó en las manos de Ibáñez y el debut dejó el primer sorbo amargo de 2009.

¿Y qué más?

Mucho más. El equipo se plantó en Mendoza y manejó los hilos del partido. Soportó sin problemas el misil tempranero de Sigali, no se desesperó y convirtió en figura al arquero de los mendocinos con juego fluído, por abajo, por las bandas, con mucho movimiento.

Además, Silva mostró su variado curriculum de delantero y rápidamente se ganó el puesto de trabajo más difícil en Banfield. Erviti aportó alguna de sus mejores pinceladas. Víctor López se hace dueño del fondo. Y físicamente resultó tan saludable como extraño (¿no se desinflarán a mitad de torneo?) que en el primer juego tras la pretemporada, el equipo luciera tan suelto.

Uno a uno. Pero el 1 de Godoy Cruz fue mejor que el de Banfield. En todo sentido.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me parece que no es necesario empezar criticando el equipo, y menos al Laucha, parece que se olvidan lo que hizo en Banfield

Vamos Taladro, sos el Capo del Sur!