Es el momento de traer a un goleador

Cuando Cvitanich se fue, todo el mundo sabía que lo primero que tenía que salir a buscar Banfield en el mercado de pases eran goles. Al parecer buscó, pero nunca con la urgencia que ameritaba el caso... Llegaron defensores, llegaron mediocampistas, mediaspuntas, y recién con el campeonato en marcha apareció Federico Nieto, de pretemporada incomleta en Huracán y paso desprolijo or Racing. Mientras tanto Barrales hacía goles de todos los colores en los amistosos y un uruguayo, chiquitito y con pinta de barullero -en el buen sentido- llegaba recomendado por Luis Garisto.

El problema salió a la luz cuando la pelota empezó a rodar. Contra Godoy Cruz pudieron haber sido los nervios del debut o la escasa sincronización entre un grupo nuevo; ante Estudiantes toda la culpa recayó en Barraza. Pero los goles no llegaban. Los tres últimos partidos confirmaron que Banfield necesita con suma urgencia un goleador. Fue muy superior a River y ganó con lo justo, fue más que Central, tuvo las mejores chances contra Colón y terminó con sendos 0-0 que dejan gusto a muy poco.

Antes de acusar a un apellido puntual o caer en alguna jugada particular, es mejor pensar en el futuro.

Y la desgracia de Raymonda le da una nueva oportunidad a Banfield.

Si se confirma su rotura de ligamentos en la rodilla (ojalá que no) el club debe salir a buscar lo que no encontró hace un par de meses: goles.