
En los últimos clásicos siempre faltaba algo para redondear una buena alegría. Se ve que había que esperar el momento justo. Y finalmente se dio. En el clásico en el que más cosas habían en juego (futbolísticas y extra futbolísticas) todo fue felicidad para Banfield.
Esta vez no falto nada. Como en aquél 5-0 a River cuando el equipo también llegaba golpeado y también llovía. El tiempo le dará la justa dimensión a semejante victoria. Hoy es momento de disfrutar, de respirar hondo y de gozar un tiempo largo.
Esta vez no falto nada. Como en aquél 5-0 a River cuando el equipo también llegaba golpeado y también llovía. El tiempo le dará la justa dimensión a semejante victoria. Hoy es momento de disfrutar, de respirar hondo y de gozar un tiempo largo.
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