Para volver a ganar un clásico.
Para destruir de a poquito anímicamente al rival.
Para empezar a mirar la parte de arriba de la tabla.
Para soñar con clasificar a la Libertadores.
Para mostrar chapa dando vuelta un partido de visitante.
Para hacerse cada vez más fuerte como local.
Para viajar a Rosario y plantarse ante un equipo que venía dulce.
Para mostrar juego además de resultados.
Para mezclar fortaleza y sutileza en proporciones similares.
Para soñar.
1 comentario:
Soñar...con tantas ganas y esperanza hasta que ayer se materializó, para poder seguir soñando.
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